Luis Suarez no pudo tener un estreno mejor con el Atlético. El flamante fichaje rojiblanco empezó en el banquillo el partido ante el Granada, dejando su sitio en el once a Diego Costa. El hecho de llevar sólo dos entrenamientos con su nuevo club hizo que Simeone optará por no introducir novedades y apostar por la dupla ofensiva con la había ensayado toda la semana (Costa-João Félix). El charrúa esperó su oportunidad hasta que en el minuto 69 su técnico decidió darle entrada, ya con el duelo encarrilado (3-0 para los colchoneros).
Sin embargo, Suárez puso de manifiesto que llega con muchas ganas de demostrar que el Barcelona se equivocó al dejarle salir prácticamente gratis a un rival directo. El uruguayo tuvo tiempo, en apenas 21 minutos, de intervenir en el resto de tantos de la goleada atlética (6-1) al asistir en el cuarto gol y conseguir las dos últimas dianas. Eso le hizo batir varios récords del club colchonero, mostrando la misma hambre y voracidad que le han convertido en el tercer máximo goleador de la historia del Barcelona, con 198 tantos en 283 partidos.